¡Aloha! Estamos en la última semana del año, me encanta que hayamos estados unidos con el propósito de vibrar alto durante todo un año, la semana pasada el Universo me puso de reposo, pero me siento mejor y deseo que esta última semana sea para ti un lunes de sabiduría, un martes de armonía, un miércoles de éxito, un jueves de esperanza, un viernes de prosperidad, un sábado de alegría y un domingo de bendiciones.
Terminamos con una afirmación que me gusta mucho.
Mente
Soy un ser espiritual, una expresión divina, la salud, el gozo y la abundancia son mi herencia divina. Hoy reclamo agradecida mi herencia.
Semilla
Los obstáculos en el camino pueden ayudarnos a aumentar nuestra determinación y compasión. Los obstáculos nos muestran nuestras virtudes y nuestros defectos, para poder conocernos mejor y ver realmente en qué dirección deseamos ir.
THICH NHAT HANH
Cuerpo
Esta semana en reposo me ha ayudado mucho el enfocarme en pensar que Mi cuerpo funciona de forma perfecta y divina. Todos sus sistemas trabajan de forma sinérgica a mi favor. Mi cuerpo vibra a mi ritmo y fluye con energía.
Te invito a que cuides el equilibrio entre el cuidado de tu cuerpo físico, tu cuerpo mental y tu cuerpo espiritual. Nuestra salud es un gran regalo, vamos a promoverla con buenos hábitos y mucho amor. La vida es única y corta, vale la pena vivirla en plenitud.
Espíritu
Con mucho cariño te comparto esta oración para fin de año
Oración de fin de Año
En este día que termina el año sólo puedo expresar una palabra: Gracias.
Gracias Amado Padre-Madre por la vida, por que habiendo muchos que ya no están con nosotros en esta celebración, tú me has permitido llegar con vida hasta este día y me diste un año más.
Gracias Divino-Creador por mi cuerpo. Porque habiendo tantos que han perdido sus facultades yo aún puedo ver, puedo caminar, puedo comer, puedo reír, puedo escuchar, puedo hablar.
Gracias Amado Padre-Madre por la familia. Por que aunque algunas veces discutimos y nos enojamos, nos concedes una familia que nos apoya, que está presente para reír, para llorar y para apoyarnos unos a otros.
Gracias por los amigos, por los conocidos, por los vecinos. Por todas las personas con las que día a día convivo, por los que me cruzo en la calle y no conozco. Gracias porque me enseñas a verte y amarte en cada uno de ellos.
Gracias por la enfermedad. Por que en ella me enseñas a cuidar mi cuerpo y no descuidar mi salud por cosas vanas. Gracias por que me sanas para mostrar tu Gloria y tu poder.
Gracias por las tristezas. Porque en ellas descubrí que no estoy sola, que Jesús está como amigo fiel que escucha, guía y acompaña.
Gracias por las noches tranquilas en que, junto con mi Ángel de la Guarda me cuidas y permites reparar mis fuerzas para regalarme otro día.
Gracias por el alimento, el vestido. Porque habiendo tanta carencia y tanta pobreza, creer y confiar en ti me permite vivir en la abundancia dándome todo lo que necesito y mucho más.
Gracias por las oportunidades e ingresos diarios. Porque puedo poner mis dones y talentos al servicio de los demás, por que soy útil a la sociedad.
Gracias por los problemas. Porque en ellos me ayudaste a crecer y superarme a mí mismo, sabiendo de que soy capaz, aprendiendo nuevas habilidades.
Gracias por los logros obtenidos, por los ascensos, por las victorias, por todo lo aprendido durante este año
Gracias por todo lo que me diste sin que te pidiera. Por los obstáculos de los que me libraste y ni siquiera me di cuenta.
Gracias por tu presencia en mi vida. Porque tú has estado aquí, cada día junto a mi. Gracias por ser ese alimento vivo que me nutre de esperanza cada mañana.
Gracias porque juntos comenzamos un nuevo año lleno de luz, salud plena, oportunidades de éxito y riqueza, amor, y esperanza.
Amén, así es, hecho está.
¡Feliz Año Nuevo!
Gracias, gracias, gracias. ¡Nos amo!
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