Sintonía Universal - Semana 47

¡Aloha! me encanta saludarte, esta semana tenemos una maravillosa luna nueva, además del día de acción de gracias, que si bien es una costumbre norteamericana, es un hábito muy importante de adquirir en nuestra vida. Es por eso que nuestra afirmación es de agradecimiento.

MENTE

El agradecimiento que hoy siento y declaro es  la puerta abierta para recibir más bendiciones.

SEMILLA

Usemos la fuerza para modelar la propia imagen de positivos triunfadores. Usemos la fuerza para poder aceptarnos como somos y desde lo que somos iniciar el positivo cambio superando defectos y debilidades. [...] Usemos la fuerza para tener fe en nosotros mismos y en el futuro. Usemos la fuerza para irradiar positividad y ayudar a otros que tanto lo necesitan. IVAN SEPERIZA PASQUALI 

CUERPO

Una actitud positiva puede ser buena para tu salud.

Mira el lado positivo de las cosas.
Vuelve tu cara hacia el sol y las sombras caerán a tu espalda.
Cada día puede no ser bueno, pero hay algo bueno en cada día.
Ver el vaso medio lleno, no medio vacío.

Los investigadores han descubierto que los pensamientos como estos,  señales de la gente que a veces llamamos “optimistas exagerados”, pueden hacer mucho más que levantar el ánimo. Dichas reflexiones pueden realmente mejorar la salud y prolongar la vida.

Ya no hay ninguna duda de que lo que ocurre en el cerebro influye en lo que sucede en el cuerpo. Cuando se enfrentan a un problema de salud, las personas que cultivan activamente las emociones positivas pueden estimular el sistema inmunológico y combatir la depresión. Los estudios han demostrado que existe un vínculo indiscutible entre tener pensamientos positivos y una vida saludable, incluyendo beneficios como la presión arterial más baja, menos enfermedades del corazón, mejor control del peso y los niveles de azúcar en la sangre menos elevados.

Incluso cuando se enfrentan a una enfermedad grave, los sentimientos y pensamientos positivos pueden mejorar en gran medida la propia calidad de vida. Rodearse de personas que te levanten el ánimo, mantener un diario de gratitud todos los días, hacer algo bueno para otras personas y ver películas que sean divertidas y eleven tu moral pueden mitigar los síntomas y retrasar la evolución de determinadas enfermedades.

Las nuevas investigaciones demuestran que las personas pueden aprender habilidades que les ayudan a experimentar emociones más positivas frente a la grave amenaza de las enfermedades provocadas por el estrés de la vida.

Judith T. Moskowitz, profesora de ciencias sociales y medicina en la Universidad Northwestern Feinberg School of Medicine en Chicago, desarrolló un conjunto de ocho habilidades para ayudar a fomentar las emociones positivas.

Un objetivo importante de estas habilidades es ayudar a que la gente se sienta feliz, tranquila y satisfecha en medio de una crisis de salud. Las mejoras en su salud y la longevidad son una ventaja. Para su buen funcionamiento es necesario aprender al menos tres de las ocho habilidades y practicar una o más cada día.

Las ocho habilidades son:

1. Reconocer una cosa positiva que te haya pasado cada día. Pueden ser cosas cotidianas o de poca importancia relativa.
2. Saborear esa circunstancia, registrarla en un diario o comentarla con alguien.
3. Iniciar un diario de gratitud diaria.
4. Haz una lista de tus fortalezas personales y analiza la forma en que las empleas.
5. Establece un objetivo alcanzable y ten en cuenta tus progresos.
6. Realiza una lista de las situaciones que te crean estrés y analiza como evaluarlas desde una óptica positiva.
7. Reconoce y practica pequeños actos de bondad cada día.
8. Práctica la atención, centrándote en el aquí y ahora y no en el pasado o en el futuro.

La Dra. Moskowitz dijo que para realizar la lista se inspiró en las observaciones de que las personas con SIDA, diabetes tipo 2 y otras enfermedades crónicas vivían más tiempo si manifestaban emociones positivas. 

Ahora a presentar una actitud positiva en la vida y mejorar nuestra salud. 

ESPÍRITU

Hoy te comparto una sencilla oración 

Amado Padre-Madre, agradezco tu bondad, en ti me refugio. Tú me mantienes a salvo en todo instante de mi vida, Tú me cuidas, me prosperas, me sanas y llenas mi corazón de la alegría de vivir.  Gracias Padre-Madre, gracias por tu bondad amorosa. Amén, así es, hecho está.